domingo, 22 de noviembre de 2015


¿Se perdió elritmo de noticiero”?

Siempre se dijo que el noticiero era el programa más serio de un canal de televisión, y quien lo consumía también se decía que era una persona “seria”, por el simple hecho de tener el interés de informarse, porque no cualquier persona se sentaba a ver el noticiero de principio a fin. A través de los años, el mundo de los medios de comunicación fue cambiando lentamente, se podría decir que para bien y para mal; y a lo largo de la nota usted va a formular sus propias conclusiones.

 

El uso indiscriminado de las nuevas y más populares redes sociales fue lo que trajo la unión de la gente con los medios informativos, de manera que, cualquiera puede ser un “periodista amateur” y brindarle al noticiero más información, cuando en realidad eso es trabajo de profesionales, los periodistas son los que tienen que recopilar información y mostrarle a la sociedad su versión de los hechos, ¿Por qué decimos “su versión de los hechos”? porque se produce lo que se conoce como la subinformación, es decir, cada medio elige qué contarle al espectador. Pero esto no sucede solamente a nivel nacional, sino también a nivel internacional.

En un principio, los únicos que brindaban la opinión pública eran los periódicos, el equilibrio entre opinión autónoma y opiniones heterónomas (heterodirigidas) estaba garantizado por la existencia de una prensa libre y múltiple, con muchas voces. Años después, la llegada de la radio no alteró este equilibrio de forma sustancial. El problema surge con la televisión, una herramienta capaz de brindarle al espectador más información debido a que ésta une el sonido con la imagen, lo cual lo hace también más llevadero; pero las imágenes que se muestran en pantalla, ¿exponen lo que en realidad se dice?

En la actualidad, por ejemplo cuando se habla de un corte en determinadas calles, sea cual fueren las causas, se muestra la imagen de un patrullero cercando la zona, y en esa ilustración se cita el término “imagen de archivo”, cosa que antes no sucedía, por lo cual, los televidentes tomaban esa noticia como verdadera, por ver a la policía actuando en el lugar; lo cual conduce al refrán “si no lo veo no lo creo”.

En 2013 se iba acrecentando la reforma de los medios nacionales. Además de contar ya con el correo electrónico y el número telefónico de la redacción del canal, comenzaron a tener sus propias cuentas en las redes sociales más usadas por gran parte de los ciudadanos (Twitter, Facebook, YouTube), con el objetivo de poderse adosar a su público y así implementar la participación éstos para con los informadores. Al ir cambiando los tiempos, la gente en el noticiero también fue adaptándose debido a la llegada de nuevas formas de comunicación, y gracias a esto los televidentes pueden enviar mensajes y opinar del programa en vivo y en directo, por lo cual, los protagonistas pueden ver todo al instante y leerlo en el aire, esto hizo que, al lograr más cercanía con los espectadores, los periodistas dejen de actuar con la seriedad que tanto los caracterizaba, es como si se hubiesen relajado para familiarizarse con la gente que está del otro lado de la pantalla, para convertirse en uno más.

Las redes sociales no solo están para opinar del programa, sino que también están para hacer denuncias al instante. Todos los medios cuentan con un número de WhatsApp para recibir denuncias de forma más práctica con fotos o videos. En estos últimos tiempos se están dando, entre tantas cosas, muchos casos de violencia de género, ya sea en la vía pública o en la intimidad, para ello hay un número especializado y es el 144, pero de igual manera la gente se lo hace saber a las redacciones de los medios para que tenga trascendencia y sea virilizado.

La musicalización también es un cambio en el que hay hacer hincapié. Claro está que el tango es el “ritmo argentino”, el género que nos identifica en todo el mundo. Tiempo atrás gran parte de los informativos contaban con tango electrónico como cortina musical identificatoria, al escuchar la melodía de un  bandoneón en la televisión estaba más que evidenciado que se trataba de un noticiero. Hoy por hoy, los medios que tienen más acceso a recursos económicos se dan el lujo de renovar su música cada dos años; los que no, se permitieron hacer el cambio para “modernizarse” una vez y, desde entonces, mantienen la misma polifonía. No hay que ser músico para poder percibir la presencia de guitarra eléctrica y demás instrumentos que le dan al noticioso otra tonalidad.

No hay que dejar de lado lo que tiene que ver con la escenografía, a fines del siglo pasado el presentador presentaba las noticias estando de pie frente a una sola cámara, sin la necesidad de trasladarse. En la primera quincena del siglo XXI los canales poseen considerables estudios bastante amplios con la tecnología acorde a la época, los cuales cuentan con monitores LCD, luces led, un mínimo de tres cámaras, en el cual el periodista puede desplazarse y dirigirse a diferentes puntos del piso. La mayoría de los informativos tiene como mínimo dos conductores (por lo general un varón y una mujer), y un máximo de hasta seis o siete personas (sin contar el productor ejecutivo, la gente de producción, los cameraman, etc.).
 El tema de la personalidad de los reporteros también influyó. Tiempo atrás, cuando iniciaban la edición del noticiero, rara vez mencionaban sus nombres, hoy lo hacen o hay una placa que los muestra; otra cosa era descubrir su personalidad y sus gustos, en la actualidad lo demuestran todo el tiempo, dicen de qué equipo de fútbol son, las cosas que opinan sobre diferentes temas y demás, cosa que no sucedía; había que hacer un seguimiento de todas las ediciones para tener ir conociendo a quien está frente a cámara, eran más resguardados con esos temas, porque en realidad ellos están para informarnos, no para contarnos de su vida ni sus opiniones, como ocurre con ciertos medios de la actualidad.

La noticias que tratan y el tiempo que le dedican a ciertos sucesos es algo importante, los temas centrales en un noticiero son casos policiales, sociales, política y espectáculo (para contar cosas sobre los artistas importantes como músicos, actores, etc.) pero el periodismo de espectáculo se transformó en “periodismo mediático” porque hay quienes dedican medio programa para hablar de temas que no son de total interés, por ejemplo el caso Javier Bazterrica “el gigoló”, empezó como caso policial porque estafó a varias mujeres, entre ellas a la hermana del bailarín y coreógrafo Flavio Mendoza, pero hablaron tanto de ese personaje que ya lo hicieron “famoso”, mal llamado famoso porque en realidad es un estafador, quien goza de la popularidad que le dan algunos yendo a diversos programas. Otra cosa de la que los medios hablaron tanto es de “la novela Maradona”, hasta le pusieron nombre y todo, como si fuese divertido hablar de supuestas infidelidades y de temas judiciales, sólo porque el personaje principal es un ex futbolista  reconocido globalmente.

Hay personas anticuadas que prefieren el viejo estilo, el noticiero serio que contaba las noticias teniendo una mirada céntrica y sin irse por la ramas o hablando de un tema que no tenga que ver con el programa, como decir lo que van a hacer el fin de semana, quejarse por que llueve, entre otras cosas; pero también hay quienes están en la vereda de enfrente y aceptaron el “noticiero light” porque hace al programa más llevadero, entretenido y hasta divertido, cosa que en realidad no tiene que suceder. Por estos cambios ¿se perdió “el ritmo de noticiero”?

 

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